Praga en un día: la ciudad de las cien torres

A día de hoy, muchos viajeros acostumbran a ir de ciudad en ciudad, teniendo que elegir muy bien qué lugares visitar por el poco tiempo disponible en cada una de ellas. Si ese es tu caso, te enseñamos en este post los lugares imprescindibles que no te puedes perder para conocer Praga en un día.

A la hora de venir a Praga, lo más aconsejable es contar con, al menos, dos o tres días de estancia en la ciudad para poder visitar todos los lugares imprescindibles, además de recorrer a pie sus calles y perderse entre las estrecheces de la historia que nos sorprende a cada paso en los lugares más insospechados; sin embargo, si quieres recorrer Praga en un día este es tu post, así que prepara un calzado cómodo y acompáñanos en este itinerario de unas horas por sus monumentos más emblemáticos.

Para algunos “la ciudad de las cien torres” para otros “un lugar de cuento de hadas”, en cualquier caso, asombrosa, cautivadora, misteriosa y mágica serían los adjetivos que mejor describirían a esta ciudad en el corazón de Europa. Lo cierto es que Praga es una verdadera maravilla muchas veces desconocida para tanta gente que aún no la ha visitado, una joya en la que podemos encontrar lugares archiconocidos, pero que también guarda muchísimas sorpresas al viajero.

STARE MESTO:

STAROMETSKE NAMESTI

El corazón histórico de la ciudad de Praga. Aquí nos encontramos algunos de los edificios más importantes y singulares de la ciudad, así como personajes relevantes para la historia del país.

En primer lugar, dominando toda la plaza, se encuentra el monumento dedicado a Jan Hus, sacerdote y predicador, cuyos principios inspiraron la reforma de Martín Lutero en el año 1517. Falleció en 1415 en la ciudad de Constanza tras ser sentenciado a la muerte en la hoguera por el tribunal de la Inquisición.

Cerca de este gran monumento, encontramos también la Iglesia de Santa María de Tyn, de estilo gótico y comenzada a construir en el año 1360. La palabra Tyn viene a significar algo así como acorralado o encerrado en checo antiguo y lo cierto es que al ver la iglesia tras una serie de edificios que la encajonan, se entiende a la perfección que tenga este nombre.

A la parte contraria de este gran templo, aparece el viejo ayuntamiento, edificio del siglo XIV del cual solo conservamos una parte, ya que el resto fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial. En la torre principal del mismo podremos contemplar el reloj astronómico de Praga, tal vez el monumento o la atracción turística más conocida de toda la ciudad, una verdadera joya del arte y la ingeniería del Renacimiento que sigue asombrando a todo el mundo día tras día.

Finalmente, en otro de los lados de la plaza tenemos la iglesia barroca de San Nicolás, que a día de hoy es el templo principal de los miles de fieles de la Iglesia Husita Checoslovaca -seguidores de Jan Hus-. En su interior destaca la gran lámpara de cristal de Bohemia.

Monumento a Jan Hus con la Iglesia de Tyn al fondo.

RELOJ ASTRONÓMICO

A apenas unos pasos de esta plaza de la Ciudad Vieja, veremos el famosísimo Reloj Astronómico, construido en 1410 por el maestro relojero Mikulas de Kadan y el profesor de astronomía en la Universidad de Praga, Jan Sindel. Pese a los cientos de años que lleva en funcionamiento, esta máquina de precisión sigue mostrando distintas maneras de medir el tiempo, la posición de las estrellas y los distintos ciclos que se repiten de año en año a todo aquel que se acerca a contemplarlo. Cabe decir también que, a cada hora en punto desde las 9 de la mañana hasta las 10 de la noche (11 de la noche en el verano), tiene lugar el paseo de los apóstoles mientras suenan las campanadas.

BARRIO JUDÍO

También cerca de la plaza de la Ciudad Vieja es más que aconsejable visitar el barrio judío de Praga. Lo cierto es que la esencia judía de este lugar reside en las sinagogas, el ayuntamiento y el cementerio que han llegado hasta nuestros días y que fueron los lugares fundamentales para esta comunidad desde el siglo XII hasta la Segunda Guerra Mundial. Actualmente este barrio judío de Praga es un verdadero museo modernista al aire libre, donde podemos encontrar algunos de los edificios residenciales más interesantes de esta ciudad, construidos a caballo entre los siglos XIX y XX.

Sinagoga Staronova y Ayuntamiento Judío

PUENTE DE CARLOS

Parada imprescindible en esta ciudad, este puente es una de las obras de ingeniería civil gótica más grandes del mundo. Construído entre 1357 y 1399, fue uno de los puestos de paso más importantes para las rutas comerciales que atravesaban Centroeuropa en la Edad Media. Destaca por la cantidad de esculturas de temática religiosa en piedra que decoran el puente en todo su recorrido y une la ciudad vieja de Praga con el barrio de Mala Strana.

Puente de Carlos, al fondo, Barrio de Mala Strana

MALA STRANA:

MURO DE JOHN LENNON

A 5 minutos caminando desde el Puente de Carlos tenemos uno de los emblemas de la Revolución del Terciopelo, en otras palabras, la transición entre el comunismo y la democracia en la República Checa. El muro de John Lennon -ALERTA SPOILER: NUNCA VISITÓ PRAGA- perteneciente a la embajada de los Caballeros de la Orden de Malta es a día de hoy uno de los murales de grafitti y urban art más conocidos en todo el mundo.

CASTILLO DE PRAGA

Tomando el tranvía 22 o 23 desde la parada de Malostranska y recorriendo tres paradas llegaremos al Castillo de Praga, quizás el punto más importante de nuestro recorrido de un día por Praga. Lo cierto es que a pesar de su origen como fortaleza y baluarte defensivo, a día de hoy se observa como un conjunto de palacios que se han ido construyendo a lo largo de los siglos y dando forma a lo que hoy día es la sede de la Presidencia del Gobierno de la República Checa.

Vista nocturna del Castillo de Praga

En este lugar podrás contemplar a las doce del mediodía el cambio solemne de la guardia. Además, en la puerta del foso y la del Patio de los Titanes se realiza a cada hora en punto -desde las 7 de la mañana hasta las 6 de la tarde- un sencillo cambio de los soldados que permanecen apostados en las garitas de las puertas. También se puede visitar de manera totalmente gratuita a partir de las cinco de la tarde el Callejón del Oro, uno de los lugares con más encanto de todo nuestro recorrido.

CATEDRAL DE PRAGA

Sin salir del Castillo, al acceder al tercero de los patios del mismo, encontramos la Catedral de Praga, comenzada a construir en el siglo XIV y terminada en 1929 tras cientos de años con las obras paradas. De estilo gótico en su parte más antigua y finalizada en estilo neogótico, es el lugar más importante del país, ya que aquí se encuentran enterrados muchos de los reyes y emperadores que ostentaron el poder. Asimismo, la catedral también alberga en su interior las joyas de la corona checa en una cámara guardada por siete llaves. También podrás ver las llamativas vidrieras, algunas de ellas costeadas por entidades nacionales, así como una de ellas diseñada por Alphonse Mucha, pintor checo enmarcado en la corriente del Art Nouveau.

Nave principal de la Catedral de Praga

CALLE MÁS ESTRECHA DEL MUNDO

Aunque no sea propiamente una calle -más bien se trata de una escalera entre dos edificios- lo cierto es que bien merece la pena visitar este angosto pasaje a apenas cinco minutos del Puente de Carlos, eso sí, asegúrate de tener el semáforo en verde antes de pasar o tendrás que volver sobre tus pasos para dejar pasar a la gente que venga en sentido contrario.

Instagram: @a.totalegal

BONUS TRACK: ATARDECER DESDE EL BIERGARDEN DE LETNA

Lógicamente, si solo vas a estar un día en Praga, es obligatorio probar la riquísima cerveza checa. Si además quieres llevarte un recuerdo imborrable de tu paso por esta bellísima ciudad, termina tu día con una buena cerveza checa en el biergarden de Letna. Desde este lugar, a apenas 15 minutos de la Plaza de la Ciudad Vieja, podrás contemplar uno de los atardeceres más bellos de Praga.

Río Moldava y puentes de Praga desde Letna

Página oficial de Turismo en la República Checa: https://www.czechtourism.com/about-czt/